...Feliz no aniversario...

Era uno de esos típicos días de otoño…frío y lluvioso…No me importaba lo tarde que pudiera ser, ni la poca gente que paseaba en la calle…Solo quería que el teléfono sonara…estaba deseosa de escuchar esa vocecita que alteraba mis nervios…

Bien entrada la medianoche, sonó el teléfono…cogí miparaguas rojo y salí de casa… Allí estabas mirándome…callado…hasta que pasado un momento, me saludaste…

Aún recuerdo aquel momento…aquel pequeño instante que nunca quise que llegara…un pequeño instante que cambió mi vida para siempre…

Recuerdo nuestras risas…nuestra complicidad… Recuerdo cada palabra…cada minuto de la conversación, como si el tiempo no hubiera pasado…

Regresé a casa con las claras del día…dejando olvidado mi paraguas…aquel paraguas rojo y su flor de charol…

Hay días que no desearía recordarlo, pues a veces son puñales que hieren…a veces mi memoria se convierte en mi peor enemigo…

Desde entonces, todo se ha ido transformando…tú volaste con Wendy y yo sigo atrapada en el barco del Capitán Garfio…

Tengo nuevos miedos…me aterra la confianza…a veces me siento muy nerviosa…otras simplemente me falta el aire…sé que todo esto es un tránsito…una pasarela hacia un estado de calma…hacia un nuevo comienzo…y sé que solo es cuestión de tiempo…

Después de 3 años…cuando recuerdo aquel instante, aún me sigo quedando sin aliento…porque esa parte de mi…aquel paraguas rojo, se quedó contigo…y sé que jamás volveré a recuperarlo…

...Érase una vez...

...Este cuento comienza con un final…este cuento no tiene héroes ni villanos…no tiene hadas ni brujas…no tiene princesas ni magos…

…Este cuento comienza con un final...este cuento no tiene mundos de fantasía…no tiene elfos ni horcos…no tiene sirenas ni ondinas…

…Este cuento comienza con un final…este cuento no tiene prólogos, no tiene índice…este cuento no tiene relatos cortos…no tiene poemas…no tiene raíces…

…Este cuento comienza con un final…quizá…porque nunca nadie escribió “Érase una vez…”

...Eterno...

...Una imagen vale más que mil palabras...pero sería capaz de escribir más de mil palabras sobre esta imagen y sobre todo lo que representa...

Un buen amigo me dijo una vez, que el pasado, ya pasó…que el futuro, aún no ha llegado, y que el presente es lo único que camina a nuestro lado…Pero a veces, cuando estoy triste, me gusta mirar atrás, y me gusta sentarme y revivir un momento en el que recuerdo haber sido feliz…Este es uno de aquellos momentos…

Fue una tarde casi perfecta…algo fría, quizá…una tarde de Marzo…recuerdo porque estaba allí y recuerdo lo que quería…recuerdo lo que buscaba...algo que pudieras conservar toda tu vida, algo que nadie habría logrado darte…

…Yo quería regalarte este atardecer…un pequeño instante, que aunque efímero, pudiera recordarse toda una vida…

Quizá haya olvidado como me sentía entonces…han pasado ya unos años y ahora todo es distinto…yo soy distinta…y por ello no quiero olvidar como me siento ahora…

…Mis recuerdos serán por siempre…y aquel atardecer, seguirá siendo eterno…

…Siempre mio…

…Siempre tuya…

…Siempre nuestro…

(L.V. Beethoven a Antonie Brentano, su “amada inmortal”)

...Dama de noche...

...Me encantan como huelen las noches de verano, cuando abro mi ventana y dejo que esa brisa fresca mueva las alas de las mariposas de mis cortinas...

...Me encanta mirar como se mueven esas nubes que a veces pasan y no me dejan ver las estrellas...Esas nubes naranjas que nos atemorizan con su presencia, como si al día siguiente no dejaran salir al sol...

...Me encanta sentarme en el porche de casa, cerrar los ojos y prendarme del olor de mi dama de noche...Esas pequeñas florecillas, color de hoja...esa flor tímida que permanece todo el día impasible y escondida, para cuando al caer el sol, florezca y destile una de las fragancias más exquisitas...

...Su olor me recuerda tantas cosas...

...Ahora no sé donde estas...tus momentos fueron efímeros...pero tu recuerdo será infinito...

...Déjame entrar por tu ventana...deja que mi olor se quede en tu cama...déjame ser tu dama de noche...

... Butterfly Effect ...

... Sé que es tarde y que mañana a diferencia de otros comienzos de semana, he de levantarme acompañando al alba...pero hoy tengo la necesidad imperiosa de abrir mis alas y volar antes de que el sueño me venza...

...La mariposa revolotea como si desesperara en este mundo (Kobayashi Issa)...

...No encuentro mi sombrero...

...Me quito mi sombrero cuando miras…

...Me quito mi sombrero cuando llamas…

...Me quito mi sombrero cuando necesitas de alguien y siempre me encuentras...

...Me quito mi sombrero cuando me reconforta esa palabra de aliento que buscaba entre tanto desorden…

No sé el color que perdí…solo sé que ya no entiendo ni aquello que sabía…cuando siento ese frio…cuando tengo esa sensación que ya era pasada…Cuando aquella sombra vuelva…y tu indiferencia vuelva a nublarme…¿me seguiré quitando mi sombrero?…

El mundo no dejará de girar para que yo pueda bajarme…anhelo aquel momento en que no necesitaba pedirte nada…no necesitaba repetir tantas veces una frase, que al paso del tiempo resultaba pesada…una frase que siempre obtenía la misma respuesta…

Ahora, siento pena…porque parte de aquel destino se quedó conmigo…siento pena y a veces miedo…porque sigo siendo la dueña de aquel sombrero…

…Mordiscos de realidad…

Esta mañana caminando hacia el coche…sorteando la gente que se cruzaba frente a mí…escuché una débil voz y un ruido chirriante…seguido de un leve suspiro…

Una chica, no mayor de 35 años, de ropas desgastadas…sucias…desabrigada…empujaba una silla junto a su padre…El señor…bien mayor…de ojos azules…profundos…mirada penetrante…barba grisácea…iba envuelto en una mantita fina...casi inapreciable…

La gente pasaba a su alrededor, mirando al frente…como si nada…como si aquella pobre estampa no significara nada…todo el mundo estaba demasiado pendiente de su propio “yo”…
Me siento culpable por ser egoísta…por creer que mis problemas son un mundo…cuando vivimos en un mundo lleno de problemas...

Ayer, durante una conversación animada en la comida, me preguntaron cuando fue la última vez que algo me emocionó…lo cierto es que me costó bastante recordarlo…
Las circunstancias nos va creando una dura coraza…sin embrago existen momentos en los que son bien recibidos unos buenos mordiscos de realidad…